En ocasiones nos planteamos la posibilidad de que determinadas películas puedan ser influidas por sus propios guiones. Esto quedaría lógicamente reservado para esos cazadores de mitos como son los directores de Hollywood. Sin embargo si analizamos algunos de los rodajes de los que se dicen que han llevado acarreados problemas psíquicos, paranormales y enigmáticos, no vamos a quedarnos solo en uno de ello. A pesar de ser un mito o quizás para formar parte de la publicidad que la película y sus productores necesitan, algunos de los Films han sido estudiados e investigados por sus características tan curiosas y relevantes que se han producido antes, mientras y tras su rodaje. La última palabra, quizás la tenga el destino y así les dejamos con este artículo...
“El Exorcista”, una maldición de película. Por J. Manuel Durán Martínez “Rain”
La historia es tan vieja como el misterio y se ha repetido hasta el aburrimiento. A día de hoy todavía quedan los que continúan alimentando las brasas para que el incendio no se extinga.
Yo no lo tengo tan claro. Nunca lo he tenido. Probablemente todos conocemos las historias que se ciernen sobre determinadas películas de terror, malditas para toda la eternidad.
La realización de estos films fueron acompañados de trágicos acontecimientos, donde los imprevisibles accidentes y las misteriosas muertes, acechaban entre las sombras. La más conocida es la saga Poltergeist y, por supuesto, “El Exorcista”.
En la primera, algunos de sus protagonistas sufrieron pérdidas familiares, rupturas sentimentales e incluso su pequeña protagonista murió en circunstancias presuntamente extrañas. Dicen las malas lenguas que la película estaba maldita, que el tema escogido era terrible y que se habían movido fuerzas sobrenaturales.
Pamplinas. Podríamos enumerar un buen puñado de películas mucho más tenebrosas y polémicas que abordan temas arriesgados y sobrenaturales que nunca han sido consideradas malditas, salvo por la ácida crítica. Pero entre todos los films marcados por las inexistentes maldiciones “El Exorcista” se lleva la palma ya que al tratar el asunto del Diablo era evidente que unas fuerzas infernales se desatarían trayendo la mala suerte a la película y sus protagonistas. Basada en un supuesto hecho real, la película nos narra la posesión demoníaca de Regan MacNeil, interpretada por Linda Blair.
Para los defensores de esta maldición, es indudable que energías sobrenaturales fueron despertadas de su letargo para aletear malignamente. El autor de la novela, William Peter Blatty, sufrió misteriosas experiencias en el momento de escribirla y su estreno en el teatro se vio interrumpida por numerosos percances como accidentes entre los actores, repentinos incendios en el decorado o la misteriosa muerte de la protagonista ahogada en sus propios vómitos…
En lo que se refiere a la película en sí, son varios los percances que se enumeran para justificar la existencia de esta terrible maldición que indicaba que jugar con el Diablo trae fatales consecuencias, lo que no impidió (detalle a tener en cuenta) que se filmara “El Exorcista II: El hereje”). Durante la primera semana de rodaje, la niña protagonista recibió la notificación de la muerte de su abuelo; Max Von Sydow, uno de los actores principales de la película, perdió a su hermano; el hijo del actor que interpretaba al Padre Karras (Jason Millar) sufrió un aparatoso accidente de moto que estuvo a punto de costarle la vida y la madre de la poseída (Ellen Burstym) abandonó el rodaje durante varios días a consecuencia de un intenso dolor de espalda.
Entre otros incidentes, se destaca el aparatoso incendió que se produjo, siempre inexplicablemente, enla habitación de la niña poseída así como pequeños accidentes entre los trabajadores. Para muchos amantes del misterio, estas informaciones indican que la maldición es una aplastante realidad. Lo diré de nuevo para que quede claro: ¡Pamplinas! Los defensores vuelven a olvidarse de otras películas diabólicas que pasaron ante nuestros ojos sin pena ni gloria y que no movieron fuerzas malignas algunas a pesar de que volvían a hablar de posesiones, sectas satánicos, cultos al Diablo, sacrificios humanos…
Además, si hubiera existido una nefasta maldición que se cernía sobre el equipo que realizó la película, su protagonista jamás habría interpretado en 1990 “Reposeída”, donde Linda Blair se autoparodiaba y que significaría un insulto a la figura del Diablo y un desafió a esas fuerzas invisibles que nunca existieron más allá de la fértil y calenturienta imaginación de algunos. Cuando uno ve esta parodia comprende que Linda Blair no pensaba en ningún momento en las consecuencias desagradables de una maldición oscura u siniestra y sí parece entenderse que todo lo ocurrido se debía más a hechos aislados que nada, absolutamente nada, tenían que ver con la película.
Podemos llamar la atención de mil formas diferentes, como ponerse unos disfraces terroríficos y encima ganar Eurovisión, pero no saquemos las cosas de contexto ni mucho menos alimentemos el fuego. Existen muchas películas que no están malditas, “El Exorcista” quizá fue algo rompedora en su época (1973) pero hoy sería una más, sin maldiciones ni fuerzas desconocidas que acechan en la oscuridad. Podemos ver demonios donde queramos, pero no se encuentran dentro del cuerpo de Regan ni mucho menos detrás de “El Exorcista”. |