El poltergeist que acosó en febrero de 1935 a los habitantes de la casa misteriosa de Barcelona, parecía querer anunciar toda una serie de fenómenos que con el tiempo se manifestarían en nuestro país. Los ruidos que hicieron que el vecindario saliera a la calle, y la denuncia interpuesta por el dueño del piso, no serían dos hechos aislados en la historia paranormal española. Con los años, estos dos sucesos se repetirían en un par de casos que ahora recordamos.
PRECURSOR DE FUTUROS FENÓMENOS PARANORMALES
Angel Briongos Martínez ( Periodista especializado en la Investigación de lo paranormal y Coordinador del S.E.I.P. en Zaragoza)
El poltergeist que acosó en febrero de 1935 a los habitantes de la casa misteriosa de Barcelona, parecía querer anunciar toda una serie de fenómenos que con el tiempo se manifestarían en nuestro país. Los ruidos que hicieron que el vecindario saliera a la calle, y la denuncia interpuesta por el dueño del piso, no serían dos hechos aislados en la historia paranormal española. Con los años, estos dos sucesos se repetirían en un par de casos que ahora recordamos.
1977: Sucedió en Madrid y era conocida como “la casa de los ruidos”. A causa de los molestos y continuos ruidos, golpes y fenómenos inexplicables que se producían en torno a ella, todos los inquilinos del inmueble tuvieron que abandonar sus viviendas en más de una ocasión durante la noche.
1992: En una casa del barrio de Vallecas, también en Madrid, un fortísimo poltergeist hizo que la familia que lo sufría denunciara los hechos en la comisaría del barrio.
En ambos casos, los Cuerpos de Seguridad del Estado tuvieron que intervenir, dejando constancia de ello. Algo que ya había ocurrido en 1935.
TODO UN EXPEDIENTE X
Angel Briongos Martínez ( Periodista especializado en la Investigación de lo paranormal y Coordinador del S.E.I.P. en Zaragoza)
Sin lugar a dudas, podemos afirmar que el poltergeist de Barcelona, desconocido hasta ahora, se trata del segundo Expediente X español del siglo XX, o del tercero de éstos en la historia paranormal española. Vamos a recordar los dos anteriores.
1º. El hombre lobo gallego: Es el primer Expediente X en España y se lo debemos a la Guardia Civil. Se trata de la detección de Manuel Blanco Romasanta, quien siempre estuvo convencido de ser un auténtico hombre lobo. Fue apresado por este cuerpo de seguridad el 2 de Julio de 1852 en la villa de Nombela, en el partido judicial de Escalona, en Toledo. El sujeto, apodado “el tendero”, se hizo tristemente célebre por haber causado al menos trece muertes entre hombres, mujeres y niños en el bosque de Allariz, situado en la provincia de Orense. Fue juzgado por sus crímenes, y el sumario, de más de 2000 folios manuscritos, se conserva en el Archivo Histórico del Reino de Galicia. Es uno de los casos sobre hombres lobo más conocido y mejor documentado.
2º. El Duende de Zaragoza: Este es el segundo Expediente X español. Los investigadores también se refieren a él como el primero del siglo XX. Tuvo lugar en Zaragoza en el año 1934, y la solución a este caso todavía es un misterio. El fenómeno se denunció a las autoridades, y fue provocado por una enigmática voz que provenía del fogón de una cocina, lo que hizo que la familia que la ocupaba abandonara su casa. Todavía existen testigos de aquella época: una persona que habló con “la voz”, y otras que afirman haberla oído. En los alrededores a la casa se llegaron a reunir más de dos mil personas para oír al “duende”, que era como se le bautizó. La policía tuvo que intervenir, y el gobernador civil pidió a la prensa que no escribiera más sobre el tema. Pero ante la imposibilidad de controlar el asunto, los juzgados trataron de poner remedio a esta cuestión sin conseguirlo. Además y para colmo, ocultaron las investigaciones que llevaron a cabo.
¿El mismo duende?
Por último, señalar que cuando el duende de Zaragoza dejó de hablar y aparecieron los fenómenos paranormales en la casa misteriosa de Barcelona, más de una persona llegó a pensar que los había originado la misma entidad.
Era como si el duende de Zaragoza se hubiera desplazado a la Ciudad Condal para producirlos, demostrando así que el silencio oficial no le impediría seguir actuando.