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OVNI ¿ Otra Dimensión ? Imprimir E-Mail
Escrito por Administrator   
viernes, 17 de noviembre de 2006

OVNI
¿ OTRA DIMENSIÓN ?

  

 

 

 

 Por: Jesús Arandia ( Coordinador Venezuela )
 
Trabajo realizado con la colaboración del analista: Miguel Paz Bonells

 

                EL FENÓMENO OVNI LA CUARTA DIMENSION

Nuestro posición respecto al  planteamiento que vincula el fenómeno de los “Objetos Voladores No Identificados” con la “Cuarta Dimensión Espacial”, reafirma la controvertida tesis de que nuestros antepasados recibieron,  en tiempos remotos -y posiblemente nosotros en la actualidad-  la visita de seres extraterrestres, dejando abierta la posibilidad, tal como lo sugerimos en el presente trabajo, de que estos seres no se desenvuelvan normalmente en nuestro espacio ordinario.

 

 

Ahora bien, asumamos por un momento , a manera de hipótesis si se quiere, que nos estén visitando actualmente...  ¿Por qué no existen pruebas de ello?. Siempre he pensado que, además de la desinformación atribuible a ciertos gobiernos con  respecto a los no identificados, podría existir también una desinformación atribuible a las mismas entidades "extraterrestres", quienes, por alguna razón difícil de comprender, no estarían intereados, al menos por ahora, en que la humanidad pudiese tener certeza de su presencia, ya que -como bien lo señalara Aimé Michel hace ya varias décadas-  el fenómeno obedece, con rara unanimidad, a una ley constante sobre un determinado punto: LA ABSTENCION DEL CONTACTO GENERALIZADO. 

 

 

Una posición privilegiada  como la que otorgaría una tecnología que podemos denominar hiperdimensional,  los facultaría para sostener una relación muy especial con la humanidad, relación que bien podría haberse establecido desde los orígenes o, al menos, desde una antigüedad muy remota.  Es obvio, una vez más asumiendo su presencia, que si ellos quisieran manifestarse  abiertamente, ningún poder terrestre podría impedírselo, lo cual implicaría la existencia de un interés bilateral, en nuestro caso de parte de los poderes oficiales terrestres, en ocultarlo.  Pero, ¿por qué habrían de hacerlo los extraterrestres?

 

 

 

SI HUBO HUMANIDADES SUPERIORES QUE NOS ASISTIERON AL COMIENZO DE NUESTRA EVOLUCIÓN, ES POSIBLE QUE HAYAN PAUTADO UN MOMENTO PARA REINTERVENIR, lo cual explicaría el aumento en la frecuencia de avistamentos en nuestra época: un final sorprendente que  potenciaría una esperanza de contacto abierto  para el futuro inmediato,  obligándonos a revisar viejos esquemas sobre nosotros mismos, la realidad en que “normalmente”estamos inmersos y la historia.   También es posible que nuestro planeta, a pesar de ser tan sólo una minúscula partícula lateral dentro de la galaxia, revista, por razones que momentaneamente desconocemos, alguna importancia especial para uno o varios grupos de inteligencias, aunque -como dice I. Darnaude- asumiendo que su lógica se parecida a la nuestra, deben tener una razón muy poderosa para no dar la cara.

 

 

El fenómeno Ovni ha sido experimentado por millones de personas en el mundo entero, y aunque  se acepte que la  mayoría de los avistamientos pueden haber tenido una causa natural, mientras  otra buena porción podría atribuirse a engaños y fraudes,  quedaría -sin embargo- un grupo significativo de experiencias realmente inexplicables, muchas de ellas con testigos altamente calificados y material fotográfico que ha sido aceptado como auténtico.

 

 

 

Los avistamientos de ovni’s son tal vez más frecuentes de lo que muchos escépticos pudieran pensar y aunque la mayoría  de estos avistamientos, repetimos,  son explicables en términos naturales, quienes afirman que se trata de naves extraterrestres fundamentan su tesis en los múltiples casos que no parecen  tener explicación; por su parte quienes niegan el fenómeno, señalan la falta de una evidencia convincente,  lo cual parece sugerir que todos los ovnis deberían poder explicarse en términos de la  ciencia humana o de nuestra realidad habitual, es decir, que ni siquiera conciben la posibilidad de que se trate fenómenos fuera de lo convencional.

 

 

Después de tanto tiempo, sin embargo, no deja de ser extraño que haya personas tan desinformadas y confundidas que no puedan imaginar que nuestro planeta podría quizás estar siendo visitado por seres pertenecientes a humanidades distintas a la nuestra, probablemente mediante tecnologías paralelas infinitamente más efectivas, interesados en estudiar otros mundos extraños para ellos... o tal vez no tan extraños, ya que podría tratarse de seres íntimamente ligados a nosotros, de inteligencias vinculadas activamente a nuestros propios orígenes, que retornan, después de largos  períodos,  a fin de verificar directamente el resultado de sus intervenciones.  Estos períodos, podrían ser muy breves para ellos dentro de la relatividad del tiempo, si es que no conviven anormalmente con nosotros.  Es bueno señalar que la humanidad dispone, en general, de un gran potencial de comprensión, lo cual finalmente hará que nos demos cuenta de que estar  solos en el universo tal vez sea menos lógico que  compartir esta inmensa creación con otras inteligencias inferiores, similares o superiores, tal como ocurre en nuestro propio mundo.

 

 

 

Este tema tiene múltiples implicaciones que van desde los  dominios  de la ciencia hasta  la más lejanas fronteras del humanismo...     tal  vez una de las características  que más intriga a los investigadores consiste en la habilidad que el fenómeno posee para no dejarse sorprender, hasta el punto de que, después de cientos de miles de avistamentos no existe, aparentemente,  ni una sola prueba absoluta de su existencia física, al menos que los gobiernos estén ocultando información, lo cual es altamente probable, siendo, por otra parte, la aparente y recurrente  invisibilidad de estos objetos,  o su habilidad para pasar desapercibidos, un punto clave para entender  su  esencia como  el fenómeno no-explicado que más ha impactado la conciencia social en lo que va de siglo.  Individualmente, por el contrario, sí parecen existir evidencias de contacto real entre grupos alienígenas y nuestra humanidad, como es el caso del campesino suizo Billi Meier, el cual -aunque negado por unos pocos- presenta centenares de fotografías, películas, audios, miles de páginas con notas sobre los diálogos, etc.

 

 

 

Es precisamente  en este punto que quisiéramos proponer el estudio de la llamada “Cuarta Dimensión Espacial” como la fuente de explicación que nos permitiría comprender mejor la principal caracterización del verdadero OVNI, es decir, su elusividad:  La teoría nos dice que, desde el punto de vista del espacio superior, el universo podría poseer múltiples dimensiones más allá de nuestro espacio convencional, que constituye nuestro mundo habitual, lo cual explicaría por qué el OVNI aparece y desaparece cuando quiere y sin dejar rastro alguno.

 

 

 

Si la Cuarta Dimensión Espacial no tuviese realidad, nuestro espacio sería, de todas maneras, multidimensional, pues de hecho la ciencia reconoce por lo menos tres dimensiones, a saber: largo, ancho y alto. 

 

 

A partir de las llamadas  “Geometrías no Euclidianas”, desarrolladas principalmente durante el Siglo IXX por matemáticos como Gauss, Rieman, Lovachebsky, Boliay, etc., se llegó a manejar, al menos teoricamente, no sólo la Cuarta Dimensión, sino otras dimensiones superiores... autores modernos como Pedro Ouspensky, Rudy Rucker, etc., han escrito libros enteros sobre el tema, que pueden ser adquiridos y analizados por cualquier persona de mediana cultura.  La reciente obra de Schabbath van Nes Ziegler, titulada Teoría del Universo Multidimensional (C.S.Z.-Editor/Barcelona), "nos aporta una visión del cosmos y de la vida que aturde los cimientos sobre los que fundamentamos nuestra existencia, tanto por su pedagójica exposición científica como por su profundo misticismo.

 

 

En este punto es conveniente distinguir el uso del término “Cuarta Dimensión” con respecto a la Física Relativística de Einstein y la Geometría del espacio.  Einsten definió el tiempo como una Dimensión más porque se dió cuenta de que no se podía prescindir de él para determinar la situación de un cuerpo en el espacio ordinario; tal vez si empleamos la palabra evento en lugar de cuerpo la noción se haga más fácil de entender, debido a que todo cuerpo posee una historia, es decir, tiene comienzo.  Si alguien lleva, por ejemplo, un escritorio al tercer piso de un edificio, para encontrarlo hay que referir las tres dimensiones clásicas y la hora en que estará allí, de manera que el tiempo, al ser considerado como una cuarta coordenada, representa de hecho la famosa Cuarta Dimensión, sin que por ello hayamos salido del espacio convencional. 

 

 

Con esto queremos significar que, estrictamente hablando,  la denominada por la ciencia “Cuarta Dimensión”, es decir el tiempo (t), está aquí mismo  y determina, junto con las tres dimensiones clásicas , largo, ancho y alto (x, y, z en el lenguaje de las matemáticas) lo que Einstein denominó, tomando el término del matemático lituano Herman Minkowsky, “Continuo Espacio-temporal Tetradimensional”  o simplemente espacio-tiempo.  La  Cuarta Dimensión Espacial, empero, es algo que nos lleva a concebir otra realidad paralela o alterna.

 

 

Por supuesto que en la física pre-relativística (newtoniana) se pensaba que nuestro espacio era tridimensional (el tiempo se consideraba independiente del espacio), por lo cual el término “Cuarta Dimensión” realmente no se refería al tiempo como cuarta coordenada sino a un universo paralelo posible que ya ha sido tratado teoricamente desde el punto de vista matemático, es decir, a un espacio-tiempo diferente al nuestro pero inmediato o coexistente, donde el problema de las dimensiones debe ser reconsiderado y el tiempo (t’) no se correspondería con nuestro tiempo ordinario.    Con esto afirmamos que la  “Cuarta Dimensión Espacial o Geométrica” nos refiere, insistimos,  a otro espacio-tiempo, dentro del cual la materia se volvería INVISIBLE  e  INPERCEPTIBLE    para    nuestros    sentidos    comunes.         En    nuestro  espacio-tiempo -repetimos- sólo pueden advertirse alteraciones al considerar distancias siderales, como en el caso de la luz procedente de estrellas lejanas, cuya imagen no representa el presente sino el pasado de dichas estrellas, determinado por su distancia en años-luz de nosotros.

 

 

 

Ahora bien, ¿cómo explicar este comportamiento de la materia al pasar a ese otro espacio-tiempo?  Para arrojar alguna luz sobre este punto es necesario hablar un poco de lo que significa el mundo fenoménico, es decir la representación compartida que nuestros sentidos permiten que nos hagamos de la realidad en la cual estamos inmersos y de la cual somos parte.  Los llamados fenómenos  no existen por sí mismos, sino que resultan para un sujeto cuando el mismo percibe, es decir, cuando sus sentidos captan algo, generalmente a través de una imagen.  Si consideramos por una parte  que los rangos de captación de nuestros sentidos son limitados (sólo vemos en longitudes de onda de 4 a 7 Mil Unidades Amstrong y no oimos sonidos por encima de los 20 Kilohertz)  y por otra que la naturaleza de la materia/energía es determinante en lo que respecta a su perceptividad  (no vemos ciertos cristales que nos son transparentes ni percibimos en absoluto las radiaciones electromagnéticas), comprenderemos que sería suficiente un cambio de parámetros a nivel atómico para que un objeto material deje de ser aprehendido por nuestro aparato perceptor, que incluye de hecho el sentido del tacto, porque el verdadero problema no radica en la invisibilidad sino en la intangibilidad del objeto que experimenta, sea por causas psíquicas o tecnológicas, el paso a la referida realidad hiperdimensional. 

 

 

Aparentemente la materia en general puede experimentar cambios en su naturaleza mediante la aplicación de campos de energía de orden físico o psíquico, como ha sido presenciado por el autor en relación con ciertas demostraciones, en las cuales un sujeto produce teleportaciones a voluntad mediante facultades psíquicas especiales... la influencia normal de la mente sobre la materia, por otra parte, está absolutamente reconocida por la ciencia bajo la denominación de “efectos psico-somáticos”, al menos en lo que respecta a la materia viviente, ya que la telequinesia, es decir, los movimientos que ciertos psiquismos pueden imprimir a objetos inertes, es tan extraña que su estudio, de hecho, se situa  dentro de lo paranormal..

 

 

 

Con lo expuesto queremos dejar planteada la posibilidad de que las inteligencias, humanas o no, que aparentemente obran detrás del llamado "fenómeno OVNI", bien pueden proceder, como ya lo insinuara el Dr. J. A. Hynek (1910-1986), de uno o más espacio-tiempos o realidades alternas que albergarían mundos como el nuestro, o tal vez superiores, con sus humanidades, tecnologías, etc. etc., lo cual no representa nada nuevo como planteamiento en la historia del conocimiento.  Esto sin entrar a considerar que la posible intervención de estas inteligencias en la historia humana no solamente esté desinformada por grupos muy terrícolamente interesados en que la verdad no se conozca para mantener su estatus dominante, sino también por las mismas inteligencias que obran detrás de los contactos y los avistamentos de estos famosos "objetos" que se ven en el cielo, por razones que se nos escapan... lo cual, por supuesto, hará más difícil que el clamor de los escépticos por tener las ansiadas pruebas de orden físico que demuestren para siempre la existencia real  de estos "hermanos del espacio" y sus presuntas naves pueda ser satisfecho...  ¡al menos por ahora!.

 

 

 

Recientemente la prestigiosa revista de divulgación científica, "Conozca Más" (Año 9 #5) cita, en un artículo denominado precisamente "Mundos Paralelos", al científico húngaro Ervin Laszio, investigador y docente de las universidades de Yale y de La sorbona, quien en su obra "La Gran Bifurcación" dice, refiriéndose a sus nuevos paradigmas de la ciencia:  "El hombre ya no puede predecir lo impredecible ni tampoco intentar explicar lo inexplicable.  Sabe demaiadas cosas sobre sí mismo y sobre el mundo donde habita como para poder hacerlo.  Solamente se aproximará a la verdad si deja de lado las viejas herramientas que acabaron por encarcelar su pensamiento en los estrechos límites de lo palpable y lo medible"...   Es decir, que el ser humano está llegando ya al límite de su poder explicativo y predictivo en lo que respecta a la física y al mundo viviente, desde la tridimensionalidad euclidiana y los rígidos esquemas de pensamiento que se ha impuesto desede Aristóteles...   A llegado la hora, como lo señala finalmente el autor del trabajo citado, en que las respuestas a los impenetrables misterios de la vida y el universo deban ser encontrados en los arcanos de lo invisible.

 

 

Modificado el ( jueves, 14 de diciembre de 2006 )
 
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