Vecinos de un edificio de la población murciana de Cieza, alertan a la SEIP ( Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas ) de un extraño suceso en el inmueble donde residen.

Muchos de los vecinos querían silenciar el fenómeno ante la especulación que pudiera crearse ante la aparición de un misterioso rostro en el suelo que conduce hasta sus hogares.

“Sí, es una cara, una cara como de hombre que algunos de los vecinos han podido identificar como la del antiguo y difunto propietario de los terrenos donde se construyó el edificio. Se dice que este hombre murió en extrañas circunstancias y algunos se atreven a decir que fue asesinado aquí en este lugar.” 

Quizás parezca de cuento de ficción e incluso pueda usted imaginar que estamos hablando de un fragmento de alguna película de terror o similar. Sin embargo este tipo de cosas suceden a menudo y a nuestras oficinas llegan muchos casos similares donde la gente desconcertada solicita ayuda de algún tipo con el fin de esclarecer un fenómeno extraño sin explicación aparente. 

Los fenómenos forteanos reciben el nombre de honor a Charles Fort [1874-1932], periodista norteamericano. Después de que una herencia le permitió dejar el trabajo como periodista a principios de su cuarta década, Fort dedicó el resto de su vida a reunir y catalogar miles de fenómenos extraños que no tenían explicación, que encontró revisando diarios científicos y populares en el Museo Británico y en la Biblioteca Pública de Nueva York. Fort nunca intentó explicar estos fenómenos pero utilizó esos ejemplos para señalar las limitaciones del conocimiento científico y el peligro de la aceptación dogmática de las leyes naturales, que estos fenómenos parecían contradecir. Lluvias de ranas, de piedras, de renacuajos e incluso de serpientes.

 Este tipo de fenómenos junto con los denominados fenómenos extraños estarían recogidos dentro de ese abanico que Fort investigó en su época y que hoy forma parte de la investigación en parapsicología. Los investigadores de la SEIP nos trasladamos hasta Cieza para investigar este extraño caso que nos ocupaba.

Tras entrevistarnos con un vecino del inmueble que gestionó el permiso en la comunidad para poder realizar la investigación, nos trasladamos hasta el inmueble para observar el fenómeno en cuestión.  Solo puedo decir algo y es: Impresionante.

El hall de la entrada al edificio de reciente construcción es de mármol conocido como “Mármol Alicante”. A unos diez metros de la entrada y en el suelo, plasmada en el mármol puede observarse con claridad extrema una extraña cara, e incluso podríamos decir un extraño busto que comprendería parte del pecho y la cabeza íntegra de un hombre de avanzada edad y con rasgos claramente visibles. 

Comenzamos a disponer los equipos de investigación para controlar en todo momento las variables que pudiesen ser identificativas de lo que llamamos Actividad Paranormal. Mediante el uso de determinados sistemas de amplificación, comprobamos in-situ que se trataba de algo genuino y auténtico. Nada ni nadie podría haber manipulado aquella imagen que se mostraba en el suelo.  

Intentando buscar algunas explicaciones lógicas, comenzamos a examinar el suelo para ver si las placas de mármol que lo conformaban tenían características comunes y por ello extrajimos seis placas que podrían tener origen en el mismo bloque de mármol que conformaba la misteriosa cara.  El fenómeno que se asemeja a lo que estábamos investigado se denomina Teleplastia y como ejemplo podemos nombrar las conocidas “Caras de Bélmez”.

La gran diferencia entre una teleplastia natural y la cara sometida a examen era sincrética-mente la apariencia y la simetría aparentemente natural de la cara en cuestión. Por ello  mediante el uso de un programa informático seleccionamos parte de la imagen buscando esas similitudes entre todas las losas de mármol y de este modo superpusimos las imágenes con el fin de ver la posibilidad del efecto casual. 

Ninguna de las técnicas empleadas nos dieron como resultado una hipótesis corroborada de que el hecho pudiese tener origen paranormal, pero obedeciendo a la lógica y a la veracidad del mismo, algo debía haber sido el causante de tal extrema coincidencia.

Fueron horas de trabajo y de planteamiento de hipótesis  completamente refutadas desde casi el momento de su creación, quedándonos sin duda con lo más obvio: Una broma de la naturaleza. 

Entre los investigadores comenzamos sentirnos desconcertados y dejar como hipótesis probables a las que apuntaban sobre todo a este tipo de fenómenos forteanos de los que antes hablabamos sin embargo no nos atrevimos a dictaminar que aquello fuese fruto de la casualidad o de la causalidad.

A la espera de poder confirmar el parecido entre el antiguo propietario del terreno y la misteriosa efigie aparecida, tan solo podemos esperar que la naturaleza que formó ese bloque de mármol millones de años atrás, pueda modificar parte de su estructura actual dejándonos entrever que se trata de un posible fenómeno paranormal.