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Apatamonasterio .- Escenario Poltergeist Imprimir E-Mail
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domingo, 19 de noviembre de 2006

APATAMONASTERIO
Escenario Poltergeist

 

Por : José Manuel Durán Martínez ( Coordinador S.E.I.P. Vizcaya )


Nota: Los nombres de los protagonistas han sido cambiados por expreso deseo de la familia afectada.

Nuria llevaba ya algunas semanas padeciendo sueños extraños. En ellos veía a su padre y abuela que venían a conversar con ella. No era lógico dado que ambos estaban ya muertos. Sin embargo, cuando estaba a punto de ocurrir un acontecimiento relevante en la vida de Nuria o sus allegados siempre, de noche, en sus sueños, era visitada por sus familiares difuntos que acudían a su vera para conversar y advertirle. En esta ocasión, una vez más, su padre, su abuela, estaban allí, junto a la cama, pero no entendía qué era lo que querían trasmitirle.
Coincidiendo con estas “visitas nocturnas” en los sueños de Nuria, la pequeña Rocío, de siete años, comenzaba a ponerse nerviosa e incluso solicitó a sus padres algo que llevaba tiempo sin pedir: Quería dormir en la cama de los padres. Estaba nerviosa. Tenía miedo. No contaba nada pero tanto Nuria como Alberto (su marido) la notaron asustada, algo inhabitual en Rocío.

Los días fueron pasando y una noche de Octubre, cuando Rocío se encontraba en la cama de sus padres, observó tres esferas de colores de reducido tamaño sobrevolar la habitación para situarse, como flotando, junto a la puerta del cuarto. No era la primera vez que Rocío veía esas pequeñas luces que ella llamaba “fantasmas borrosos” ya que en la habitación de su hermano Ruben (14 años) ya había visto una luz situarse sobre el ordenador en varias ocasiones, sin embargo, éste último no había sufrido ninguna sensación extraña excepto algunas pesadillas que lo mantenían inquieto por la noche. No obstante andaba visiblemente nervioso por su rendimiento escolar ya que en estas fechas se ultimaban los exámenes para evaluar su primer trimestre en el instituto y “le daban pavor sus calificaciones” por temor a la reacción de sus padres, pudimos apreciar que el joven estaba muy presionado.
Escenario Poltergeist

Poco a poco, pero sin descanso alguno, la familia fue padeciendo una serie de desconcertantes fenómenos que en la actualidad parecen estar remitiendo tan lentamente como se iniciaron. Cuando se pusieron en contacto con nosotros lo hicieron expresamente para compartir sus experiencias ya que vivimos en la misma población vizcaína donde ocurren las manifestaciones, aunque notamos que ninguno de los cuatro miembros de la familia estaba asustado, se habían tomado los fenómenos realmente bien, como rara vez hemos encontrado en episodios de estas características.
No estaban totalmente convencidos de que hubiera “fantasmas” en su piso, nos facilitaron sus testimonios con la intención de compartirlos con alguien que se dedicaba al estudio de estas temáticas pero algo me dejaron claro desde el principio: No querían ningún tipo de publicidad y deseaban que nadie supiera de sus experiencias.
Pude convencerlos de que divulgar su caso era importante para la comunidad del Misterio en general y particularmente para otras familias que estuvieran sufriendo experiencias similares. Les prometí que no divulgaría datos concretos que pudieran identificarlos y, aunque con reservas, accedieron a mi petición. Sin embargo, para evitar errores, Nuria y Alberto objetaron que no sacara fotografías a sus hijos ni a ellos mismos y particularmente Nuria exigió ver todas y cada una de las tomas para asegurarse de que en las imágenes no apareciera ningún detalle que pudiera identificarlos (retratos en las estanterías, sobres con direcciones, animales domésticos, etc…).
El caso fue abordado en una tertulia de Durango Telebista quienes tenían intención de exponer fotografías del interior de la casa cuya divulgación estaba permitida, pero al tratarse de un canal de televisión local la familia decidió pedirme que no se mostraran las fotografías en el programa (cosa que se cumplió a rajatabla) aunque sí están permitidas su exposición en revistas y/o Internet.

De lo que no me cabe duda es de que la familia no miente. Cada uno de los miembros cree realmente que “algo extraño” ocurre en su casa pero con las reservas obligatorias con las que un investigador debe enfrentarse a estas temáticas, coloqué una pequeña trampa en el interior del piso, especialmente en el cuarto de la pequeña…

En un principio supuse que uno de los protagonistas era sin duda el causante de los fenómenos, haciéndolo de forma inconsciente e involuntaria. Nuria es tremendamente sensible, le apasionan estos temas y ha tenido algunas experiencias notables en un pasado. La existencia de una niña de siete años y la presión a la que estaba siendo sometido el adolescente de 14 años ofrecían una visión más o menos clara sobre el origen de estos fenómenos. Sin embargo, ante la posibilidad de que los sucesos tuvieran relación no con la familia sino con la casa, decidí investigar un poquito su pasado.

Antecedentes.

La familia actual lleva viviendo en el piso ocho años, en ningún momento (salvo experiencias muy personales, especialmente con la niña y la madre) han sufrido episodios característicos de los Poltergeist. Sin embargo, quise ir más atrás en el tiempo.
Tras una visita al ayuntamiento y algunas preguntas a conocidos y amigos, localicé a dos familias que anteriormente habían vivido en aquella misma casa. De algún modo, pude abarcar casi 30 años de historia. Ninguno de los anteriores inquilinos recuerda haber sufrido algo paranormal en este piso en cuestión y nadie padeció enfermedades terminales, muerte o sufrimiento extremo en el interior de la casa, “detalles” que bien pudieran haber dejado una “influencia almacenada capaz de revelare a modo de Poltergeist”. Las dos familias eran completamente normales y no destacaban por nada especial que pudiera haber dejado alguna impregnación que se hubiera desencadenado ahora en forma de manifestaciones paranormales. Seguí manteniendo la idea de que los fenómenos que se estaban produciendo tenían relación con uno de los habitantes del piso.

Las Manifestaciones Paranormales.

Todos y cada uno de los miembros de la familia aseguran haber presenciado fenómenos de índole paranormal en diferentes puntos de la casa aunque, y lo considero un dato de gran relevancia, siempre se encontraba en algún punto del piso Nuria. La única persona que ha experimentado acontecimientos anómalos estando sola en la casa (y curiosamente los más espectaculares) ha sido precisamente ella. ¿Significa que por algún motivo ella es la responsable de las manifestaciones?. ¿Están girando los fenómenos a su alrededor?. En definitiva…, ¿Es ella la que de forma inconsciente y totalmente involuntaria provoca la Actividad Poltergeist?.

Muchas mañanas, desde finales de Octubre, cuando Nuria se encuentra en la cama por las mañanas, escucha voces ordinariamente de hombre. Según relata, “son retazos de una conversación, rara vez se dirigen a mí”. Nuestras grabadoras no han recogido nada significativo y ninguno de los otros familiares ha escuchado algo parecido aunque debemos confesar que el pasado 3 de Diciembre, mientras estábamos en la casa a solas escuchamos la voz de una mujer que parecía provenir de la habitación del matrimonio. Obviamente se descartan ruidos y voces de los vecinos.
De todos modos y siguiendo con el hilo de las misteriosas voces que oye Nuria, el 18 de Noviembre se encontraba hablando con su hermana por teléfono mientras sonaba música en la cadena musical (aparato que por cierto se ha apagado o encendido en numerosas ocasiones incluso cambiándose la opción de leer CD por la de casete o radio sin que nadie mediara en ello) cuando la música se detuvo de golpe (estaba sonando una canción conocida de Miguel Bosé) y una voz ronca, grave, de hombre, comenzó a hablar por el pasillo a una velocidad superior a la normal y Nuria no supo entender la parrafada. Cuando la voz dejó de oírse la música “regresó” como si nada hubiera ocurrido…
Ha sido Nuria también la que empezó viendo sombras por los pasillos, sombras alargadas, rápidas, de aspecto humano, que parecen deambular por la casa con total libertad. Pero a veces no son solo sombras…
A principios de Noviembre vio a una persona de aspecto juvenil salir del comedor y cruzar la puerta que conduce al pasillo. En otra ocasión, pocos días después, vio a una persona tumbada cómodamente en el sofá del salón hasta que se desvaneció con rapidez.

Mientras Nuria se convertía en testigo de estas manifestaciones, los otros miembros de la familia observaban como la cadena musical y la televisión parecían operar con cierto capricho. Se apagaban o encendían sin ton ni son. Por si “estas bromas” fueran poco, cada uno de ellos veía como “faltaban cosas en la casa”, precisamente aquellas objetos que necesitaban con relativa urgencia: Una agenda, un bolso, un paraguas…, por más que se buscaban en el lugar donde siempre estaban no se veían para horas después, cuando ya no se necesitaban, ser encontrados en el sitio de siempre o bien colocado claramente a la vista, lo cual convierte en inexplicable el hecho de que ninguno de los protagonistas lo viera cuando lo estaba buscando. Aunque todos los objetos han ido apareciendo sistemáticamente todavía queda una agenda que yacía antes junto al teléfono y que todavía “no ha regresado…”.

Otra de las curiosidades de la casa son los ruidos que ocurren por la noche. En más de una ocasión tanto Nuria como Alberto han tenido que levantarse para “ver” qué estaba ocurriendo porque en la cocina se escuchaban ensordecedores ruidos de papeles, platos y cubiertos cuando en realidad nada estaba sucediendo…

La Trampa

En ningún momento tuve dudas sobre las informaciones de la familia. No estaban mintiendo. Estaban convencidos de que se estaban produciendo manifestaciones paranormales en su propio hogar y no sabían por qué. Sin embargo, decidí “evaluar” ligeramente la reacción de cada uno de ellos ante posibles hechos insólitos. Es una costumbre que tengo cuando investigo estos hechos, habitualmente provoco un supuesto efecto paranormal para observar la reacción de las personas, dependiendo de sus creencias, del afán del protagonismo, de la importancia que le den a estos episodios y tanto de sus intenciones como de las ganas de trasmitir los acontecimientos, reaccionan de una u otra manera, por ejemplo, si los fenómenos son fraudulentos ante nuestro efecto paranormal los testigos buscan explicaciones que obvian cuando narran sus propios fenómenos. A veces incluso dejo que crean realmente que lo ocurrido ha sido algo paranormal para evitar perder su confianza. En esta ocasión no iba a ser menos, solicité ayuda de mi “amigo” Patxi Alienarkoa, un extraterrestre vasco que nos inventamos a principios de los 90 y del que se hizo un pequeño molde de arcilla, que por cierto saqué del bolsillo. Pedí permiso a la familia para que me permitieran colocarlo en un punto concreto de la casa para ver si “captaba” algo en el ambiente, de hacerlo con toda probabilidad se daría la vuelta, colocándose cara a la pared. Ya habían notado que algunas figuras de porcelana se descolocaban de las estanterías así que no estaba de más añadir un nuevo elemento de atrezzo para ver si los miembros de la familia le daban la vuelta de forma intencionada para justificar sus propias experiencias paranormales. Si Patxi se movía o caía al suelo me llamarían. Nunca se movió. Nuria estaba preocupada por si eso hacía perder nuestro interés por el caso y fue honesta al no “engañarnos” para justificar sus experiencias. Ni siquiera el tiempo que estuvo Patxi en el dormitorio de la avispada Rocío se movió ya que la pequeña de siete años parecía “disfrutar” con “las cosas raras que pasan en mi casa” pero tampoco ella movió la figura de arcilla…

Conclusión

El caso sigue abierto a pesar de que las manifestaciones parecen estar remitiendo con lentitud siguiendo el patrón que otros casos en el tiempo han establecido con mayor o menor claridad. No hemos podido descubrir la causa de esta Actividad aunque los fenómenos recogidos corresponden más que a un Poltergeist (donde la causa parece estar en una persona) a una de las denominadas Casas Encantadas (donde el origen supuestamente se encuentra en “el Otro Lado”). Sin embargo, por el momento (aunque no es una conclusión definitiva) pensamos que Nuria tiene mucho que ver en todos estos incidentes, quizá los provoca ella o quizá haya algo más que se ha acercado a este Nivel de Existencia a través de ella, lo ignoramos, pero no tenemos duda alguna de que la cabeza de Nuria encierra valiosos secretos que mucho me temo nunca podremos descubrir para no infligir las normas y reglas que alguien, quizá, en su día dictó.

Modificado el ( jueves, 14 de diciembre de 2006 )
 
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