LA APARICION DE UNOS ROSTROS EN EL CRISTAL DE UNA PUERTA ASUSTAN A LOS VECINOS DE VERA

A principios del mes de noviembre D.Ambrosio F.C. vecino de Vera ( Almería ), alertaba la atención de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas. El tranquilo pueblo de Vera en la provincia de Almería había sido escenario de una de las manifestaciones parapsíquicas más conocidas y a su vez más curiosas, las "Teleplástias".

El día 2 de Noviembre en casa de Vicente y Antonia acontecía el final del día de difuntos. La tarde era tranquila y todo transcurría con normalidad, cuando de repente Antonia advierte algo en las puertas de su cocina. Vicente, su marido, observa atentamente unas extrañas manchas que habían aparecido en la parte inferior del cristal de las puertas. Atemorizado le dice a su esposa que son rostros humanos y ésta, haciendo la señal de la cruz, sale despavorida de la estancia presa de un profundo isterismo. Cuando todo se hubo calmado y Antonia se tranquilizó un poco, pudieron observar que uno de los rostros que aparecieron, tenía un aspecto muy similar a la imagen de un cristo en la cruz.
Lo que aconteció a este hecho, ya se pueden ustedes imaginar. A lo largo de una semana, toda una "romería" de curiosos y devotos se acercó al pueblo de Vera para ver y alabar la "Imagen Divina".
La realidad es que ! divina o no ¡ , en la familia de Vicente y Antonia nadie pudo descansar tranquilo.

En la imagen de la izquierda, observamos a Pedro Amorós hablando con Vicente y Antonia. A la derecha se procede al análisis óptico de la imagen de una de las puertas donde apareció la teleplástia. Se utilizaron diversos sistemas para esclarecer las dudas que públicamente se planteaban.

El día 15 de noviembre de 1997, algunos de los investigadores del S.E.I.P., nos desplazamos hasta Vera, para observar y analizar esta misteriosa aparición de teleplástias. Tras una larga y exahustiva investigación, encontramos en este caso una gran similitud con el de Bélmez de la Moraleda.
La casa en cuestión, está situada en un lugar conocido como "El cerro del Espíritu Santo". En este lugar, en el año 1518, se produjo un fuerte terremoto que aniquiló a parte de la población de la antigua Vera que estaba alli situada. Trabajadores de una obra cercana a la casa afirmaron haber encontrado multitud de restos humanos en el lugar. Al parecer, este sitio fue utilizado como lugar de enterramiento masivo, pero no de cementerio. Sabemos que en Bélmez se encontraron huesos en la excavación que el Prof. Germán de Argumosa realizó en la casa. También tenemos otro punto importante a tener en cuenta que es la humendad. tanto en Bélmez como en esta casa, la humedad es importante.
Por otro lado se encontraría María Gómez Cámara, la propietaria de la casa de las Caras de Bélmez y Antonia, la propietaria de la casa de Vera, que tras una serie de preguntas y análisis de perfil psicológico, detectamos que posiblemente Antonia tenga acrecentadas temporalmente sus facultades psíquicas.
A pesar de que lo ocurrido en Vera no tega más trascendencia que la aparición de unas manchas de humedad con forma de rostros humanos y pueda ser de caracter temporal, es innegable que la similitud entre el caso de Bélmez y este lugar es impresionante.
Tras haber analizado las imagenes, detectamos que estaban formadas en el interior de dos cristales pegados entre sí y que nada externo pudo provocarlas, sólo la humedad. También detectamos indicios de humedad en el marco de la puerta de madera.
Un aspecto de la investigación transcurrió con la realización de varias grabaciones con el propósito de obtener alguna reveladora psicofonía que aclarara algo al respecto.
A lo largo de 6 grabaciones de dos minutos de duración cada una, se obtuvieron un total de 8 inclusiones psicofónicas. En algunas grabaciones, hay que decir que se escuchaba perfectamente el ruido inconfundible de la lavadora que la familia tenía. Lo curioso es que cuando fuimos a desconectarla, la máquina estaba desenchufada y con la puerta abierta.
Una de las psicofonías que se obtuvo y que más trascendencia puede tener, fue una voz similar a la de un niño que parece decir "SOY DE DIOS". Esta grabación llenó de satisfacción a los inquilinos de la casa que presa del pánico por si lo que tenían allí eran "fantasmas malos", se alegraron de haber escuchado esta frase.
Esto, no quiere decir que lo que esta imagen representa fuera una imagen "divina". El caso lo tratamos como un claro ejemplo del poder mental de una persona que por su condición de su ciclo vital en el cual puede estar presente o cercana la "menopausia" y la acción devota en un día tan señalado como es el de los difuntos, potenció sus dotes psíquicos de forma que intermedió en la creación de esas imágenes paranormales.
El problema, es determinar en que medida lo hizo y quién formó la otra parte y con qué propósito. Quizás con el tiempo esta teleplástia se deteriore, pero de lo que no hay duda es que la condición más importante que intervino en la formación de esta teleplástia pudo ser la devoción tan acentuada que tuvo Antonia en aquellos días.