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Investigación en Turín Imprimir E-Mail
Escrito por Pedro José Fernández Marín   
sábado, 12 de mayo de 2007

La Sociedad Española de Investiaciones Parapsicológicas se aproxima hasta la ciudad de Turín con el fin de obtener grabaciones psicofóncias en el interior de la capilla en la que celosamente se encuentra guardada la Síndone, la Sábana Santa.

La intención es  poder comparar las psicofonías obtenidas años atras en el Santo Sepulcro en la ciudad de Jerusalem con las que puedan haberse obtenido en el interior del Duomo  ( Catedral de Turín) , lugar donde se encuentra la reliquia cristiana más importante del mundo.

 

El Encuentro

Es sábado. Ya hemos recorrido multitud de puntos emblemáticos del norte de Italia. Atrás han quedado visitas donde la investigación es obligada y donde el misterio invita a deambular por entre los muros que un día albergaron historias como poco curiosas protagonizadas por grandes personajes del pasado o por hombres y mujeres anónimos que supieron trasmitir con sigilo enigmáticos sucesos de los que hoy todavía se habla.

 

Pero hoy es un día especial. Respiramos con cierta ansiedad e inquietud motivados por el enclave de nuestra próxima parada.

 

 La amplitud de las calles, enormes monumentos y edificios del presente con aspecto pretérito nos conducen hasta la Piazza San Giovanni, en pleno corazón de la siempre hermosa ciudad de Torino o Turín como mejor se la conoce, la primera capital de Italia. Es la ciudad sagrada para los guardianes del misterio de la Síndone, el paño que según se cuenta podría haber envuelto el cuerpo de un Personaje con era propia: Jesucristo.

 

Para ser un día relativamente festivo, no hay aglomeraciones en los alrededores del Duomo (catedral) de la llamada Capella della Síndone (Capilla de la Síndone). Un par de parejas y un pobre desdichado a la entrada parecen representar la antesala de un lugar tan místico como vacío en aquel instante pero lleno de la suficiente efervescencia lista para dar nuevas sugestiones. No solo nos llama la atención la “joya”  que en ella se alberga  sino el juego de luces que el sol proyecta a través de sus enormes vitrinas, el contraste del colorido de las piedras que la forman y sobre todo, especialmente, el ensordecedor silencio que reina en el interior, silencio que solo es roto durante las explicaciones que se dan sobre la Síndone cuando algún grupo accede al recinto sagrado.

 

 Los primeros pasos se dan con recelo, quieres saborear despacio el “exquisito pastel” que te espera e intentas evitar dirigir la mirada hacia el rincón donde se guarda celosamente el lienzo para que todo vaya transcurriendo a su debido tiempo. “Afortunadamente” la Sábana se encuentra a la izquierda del altar, al fondo, lo que hace posible que antes de acercarte hasta los cristales que la protegen puedas admirar todos los detalles que hasta ella te conducen.

 

            Después de grabar en la retina la mayor parte de la catedral y tras haber escuchado en el idioma nativo algunos datos sobre el lienzo sagrado, su conservación y parte del recorrido (1) que ha seguido hasta llegar a Turín, es momento de la aproximación hasta el lugar exacto en el que se encuentra. Puede resultar curioso pero no hay nadie custodiando el santo paño.

 

En contraposición, la Síndone, está protegida en el interior de una urna que controla en todo momento las condiciones atmosféricas que pudieran incentivar el deterioro de la misma. Así pues la temperatura, la humedad, etc. son constantes en todo momento. Este contenedor tiene unas dimensiones, como es evidente, superior a las de la síndone, concretamente 5 metros de largo por 1,60 de ancho y un doble cristal blindado cierran el armazón del objeto sagrado impidiendo así el paso de los visitantes bajo una  constante grabación en video de seguridad  24 horas al día.

 


 Extraña sensación        

 

    Lo cierto es que nunca se tiene una apreciación exacta de un misterio hasta que no te encuentras ante él. Puedes perfectamente sentir ese misterio a gran distancia pero de lo que no cabe duda es que la percepción se hace distinta cuando lo tienes a tan poquitos metros de distancia. Ante la cristalera que protege el paño se pueden percibir distintas sensaciones que van a ser dependientes, entre otros factores, de la propia fe del observador.

 

Es lógico que para los creyentes y defensores de que la Sábana Santa envolvió el cuerpo de Jesús de Nazaret, estar ante el lienzo es una experiencia casi mística donde objeto y testigo forman parte de una misma realidad subjetiva. En cambio para los agnósticos y no crédulos en la figura del nazareno como hijo de Dios hecho Hombre, la captación no puede ser la misma.

 

 

Pero hay algo que en ambos casos es común: el tremendo respeto que irradia el lugar en sí que flanquea la Sábana. No obstante se nota otra sensación muy similar a la que el resto de los mortales nos enfrentamos cuando procedemos al enterramiento de un ser querido. Si; es algo parecido. Puede llegar a darnos la sensación de estar ante una tumba de un familiar que bien merece todas las consideraciones de ordenanza.

 

Es en ese punto exacto donde si es algo o no divino poco te preocupa. Un cartel de “Guarden el máximo respeto y silencio”,  sentencia definitivamente cualquier gesto contrario y es el momento preciso para proceder al almacenamiento en los equipos de ese sonido de la nada, esperando con cierta “fe” que alguna voz sin presencia física arroje algún dato, haga algún comentario relativo al objeto o a la figura que dicen está representada en la Sábana o simplemente se identifique. Es una oportunidad que no se puede dejar escapar y cada minuto recogido en aquel fascinante sitio es de tremendo interés para cualquier investigador del campo heterodoxo. 

 

 

 

 

 

  Descripción del Lienzo Santo

 

            Como ya es sabido es misterio de la Síndone nace en 1898 cuando el abogado Secondo Pia obtuvo los permisos necesarios para fotografiar la Sábana. Bajo los efectos de la emoción vio como en el negativo de sus instantáneas se formaba un positivo, es decir, el negativo mostraba la imagen que posteriormente se visualiza una vez se revela una fotografía, hecho este que solo se producía respecto del contorno de una persona y no sobre las manchas de suero y sangre que aparecen igualmente visibles en el lienzo.

            Sus dimensiones son 4,37 de largo por 1,11 de ancho de un tejido de lino a espiga y las marcas que en ella se hayan impresas concuerdan con la descripción que aparece en los evangelios y según los cuales José de Arimatea habría envuelto el cuerpo de un hombre crucificado y muerto por la incrustación de una lanza en el costado derecho.

 

            Los signos más significativos que aparecen en el tejido son de cuatro tipos:

  • Carbonización de la tela con la aparición de dos líneas paralelas longitudinalmente
  • Cercos de agua que quedaron igualmente visible durante la extinción del incendio de 1532 en Chambery (Francia) donde se hallaba por entonces la Sábana
  • Imagen en claroscuro de la figura humana tanto frontal como dorsal y que permiten una identificación exacta de la persona representada de 1,70 m de estatura
  • Coladuras sanguíneas sobre puntos concretos como frente, nuca, muñeca izquierda, pies y costado derecho.


 

 Se trata pues del objeto-reliquia más investigado del Siglo XX y sobre el que se ha llegado a la conclusión de que no se trata de una burda falsificación con pintura especialmente por la técnica desarrollada, esto es, que aparezca en el negativo una imagen en positivo muchos siglos antes de ser descubierto el procedimiento fotográfico. En otras palabras, el lienzo ha sido marcado por contacto directo con el cuerpo que en él aparece representado. De igual forma se llega a la conclusión de que la impronta se ha fijado por un cadáver que todavía no ha dejado trazas de putrefacción y cuyo cuerpo ha estado solo el tiempo necesario para dejar ese tipo de huella.

Otros detalles importantes que se han tenido en cuenta para la desestimación de un fraude es que cualquier falsificador hubiera representado los agujeros de los clavos en las palmas de las manos (según la tradición iconográfica) y no sobre las muñecas (única posibilidad de soportar el peso de un crucificado). En la imagen puede verse las manos del cuerpo de la persona con un total de 8 dedos en lugar de 10, señal esta que indica que los pulgares han sido replegados por un impacto brusco en la zona del pulso provocando así el efecto reflejo.

Igualmente los ensayos diferentes han concluido en que las manchas son de sangre humana y que la imagen en su conjunto presenta claros indicios de tridimensionalidad, algo que no se hubiese conseguido mediante una falsificación.

Los distintos tipos de polen hallados en el lino certifican el paso de la Síndone por la zona palestina medio-oriental.


  Continúa el Misterio

Sea o no el “envoltorio” del Hijo de Dios, la Sábana Santa representa un desafío para el razonamiento ortodoxo. ¿Cómo quedó marcado el paño? Sigue siendo un auténtico enigma y hasta los más escépticos doblan el brazo para aceptar que las condiciones en las que se ha creado la imagen sobre el lienzo están muy por encima de un simple camelo del medievo.

Los más devotos tendrán que esperar hasta el 2025, fecha en la cuál el Sudario será expuesto nuevamente al público pero los que se quieran adelantar tendrán que conformarse con estar delante de la caja que la envuelve, que no es poco, o visitar el monumental museo dedicado íntegramente a la Sábana y que se encuentra en la cripta de la iglesia del Santo Sudario ofreciendo al visitante la información más completa sobre los distintos estudios realizados desde el siglo XVI hasta nuestros días en materia histórica, religiosa y artística.


 

En dicha ubicación se haya el Centro Internacional de Sindonología sobre el que cabe destacar no solo la gran capacidad y conocimientos extraordinarios en la materia sino la disposición y excelente trato para los visitantes. Gracias a estas premisas la Sociedad Española de investigaciones Parapsicológicas pudo disponer de la sala-capilla donde se encuentra la réplica más antigua y mejor conservada del Sudario, lugar que como es evidente fue escenario cerrado para nuestras investigaciones de campo cuyos datos recogidos siguen en la actualidad en proceso de análisis.

           

  (1) Cronología de la Síndone 

 

 

 

544 En Odessa (hoy Sanli-Urfa, Turquía) se conserva una imagen extraordinaria “no hecha por mano humana”, que muchos estudiosos identifican con la Síndone, plegada de tal modo que permitía observar únicamente el rostro. 

 

944 La imagen de Odessa es trasladada a Constantinopla donde, en 1147, es venerada por Luis VII, rey de Francia.

 

1204 Tenemos el testimonio de un cruzado quien afirma haber visto “la Síndone del Señor” 

 

1353 Aparece en posesión de Godofredo de Charny, en Lirey (Francia) 

 

1453 Margarita de Chamy cede la Síndone a Luis de Saboya que la custodia en Chambéry 

 

1506 El Papa Julio II concede el culto litúrgico y público de la Sta. Síndone. 

 

1532 (4 de diciembre) Se declara un incencio en la Capilla de Chambéry. La caja de plata que contiene la Síndone doblada tiene un lado candente por la elevada temperatura y una gota del metal fundido de la tapa atraviesa los diversos estratos de la Sagrada Tela. 

 

1534 (15 de abril – 2 de mayo) Las hermanas Clarisas de Chambéry reparan las partes quemadas, aplicando remiendos triangulares que aún hoy son visibles. 

 

1578 Emanuel Filiberto de Saboya transfiere la Síndone a Turín 

 

1694 (1 de junio) La Síndone es colocada en la suntuosa Capilla construída según el diseño del abate Guarino Guarini 

 

1898 (25 -28 de mayo) Es fotografiada por primera vez por el abogado Secondo Pia 

 

1973 (23 de noviembre) Primera ostensión televisiva 

 

1978 (26 de agosto -8 de octubre) Ostensión pública para recordar el IV centenario del traslado de la Síndone de Chambéry a Turín 

 

1983 Después de la muerte de Umberto de Saboya (18 de marzo), la Síndone pasa por voluntad testamentaria a propiedad de la Santa Sede 

 

1988 Toma de muestras del Lienzo sindónico para el examen radiocarbónico. La modalidad de la operación de extracción, el método de datación y los resultados obtenidospor los tres institutos que han realizado el examen son considerados insatisfactorios por un número relevante de estudiosos.

 

 

 

 1993 (24 de febrero) La Síndone es temporalmente transferida detrás del altar mayor de la Catedral de Turín para permitir los trabajos de restauración de la Capilla de G. Guarini 

 

1997 (11-12 de abril) Un violento incendio destruye la Capilla de la Síndone, poco antes de concluir su restauración. La Síndone se salva por la actuación de los bomberos de Turín.

 

 

 

 1997 (14 de abril) Una Ostensión privada permite asegurar a los expertos que la Síndone no ha sufrido ningún daño.

 

 

 

 1998 (18 de abril – 14 de junio) Ostensión pública para recordar el primer centenario de la primera fotografía de la Santa Síndone realizada por Secondo Pia. 

 

2000 (12 de agosto – 22 de octubre) Por decisión de S.S. Juan Pablo II, tiene lugar la pública Ostensión en ocasión del Jubileo  

 

2002 (20 de junio – 23 de julio) Son efectuados trabajos de restauración conservativa con la sustitución del forro (lienzo de Holanda) y se sacan los remiendos triangulares.   

 

Autor/es:  Pedro J. Fernández – Pedro Amorós

Bibliografía: Centro Internacional de Sindonología.Fotografía: Pedro Amorós – Pedro J. Fernández. 

Modificado el ( miércoles, 03 de octubre de 2007 )
 
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