"Algunos creyeron que era una continuación de los tsunamis", relató el gobernador de la provincia de Banteay Meanchey.
La caída de un meteorito de 4,5 kilos de peso, en un remoto poblado de Camboya, provocó pánico entre los habitantes de la zona, quienes incluso temieron que tras el hecho se produjera un tsunami, aunque se hallan a cientos de kilómetros de la costa, según indicaron autoridades.
El fenómeno astronómico, ocurrido justo un mes después que una serie de olas gigantes arrasaran las costas de 12 naciones que bordean el Océano Indico, llevó a centenares de supersticiosos camboyanos a pedir la bendición de monjes budistas para el poblado, ante la catástrofe que creían se avecinaba.
De hecho, en Camboya los meteoritos son llamados "jemer", palabra que se traduce literalmente como "excremento de las estrellas", lo que muestra la creencia popular de que el fenómeno es una señal del enfado de los dioses y que traerá mala suerte al lugar donde caiga.
"El meteorito asustó a la gente, aterrizó cerca del pueblo, a unos 50 metros de donde unos muchachos jugaban al fútbol. Debido a que fue una zona castigada por la guerra, la gente pensó en principio que se trataba de algún explosivo remanente de aquellos combates", explicó el gobernador de Thmor Pouk, Pen Sary.
La autoridad local, que dirige la provincia de Banteay Meanchey, agregó que "sonó igual que una de esas explosiones... algunos creyeron que era una continuación de los tsunamis, otros indicaron que las estrellas defecan en ellos, pero todos concuerdan en que es una señal de mala suerte para el pueblo".
El gobernador manifestó que los aldeanos distribuyeron alrededor del poblado, ubicado cerca de la frontera con Tailandia, otros trozos más pequeños del meteorito y que celebrarán un ritual budista para alejar las vibraciones negativas. (EFE)