En ocasiones, algunas productoras de televisión confían en personas que nos venden como "expertos" en una determinada materia y que lamentablemente poseen menos conocimientos que muchos del público hacia quien va dirigido. Es el caso de una producción del canal Discovery Channel bautizada como "Los Súper Agentes Paranormales". En este breve espacio te damos una visión algo diferente de lo que estos "personajes" pretenden hacernos creer.

Los Súper Agentes Paranormales

Por: Pedro Amorós ( Presidente SEIP )

Como muchas personas, suelo trabajar con una televisión delante que casi siempre veo, pero que casi nunca atiendo. Es algo similar a  la técnica del periódico, abrirlo por el final y buscar titulares que te interesen para luego leerlos atentamente. Y así me ocurre con la televisión, soy tan crítico con la producción televisiva actual, que a día de hoy tan solo me gustan los dibujos animados y para mi desgracia cuando llego a casa después de trabajar ya se han acabado.

Por ello, selecciono en el receptor de satélite uno de mis canales favoritos Discovery Channel con el que precisamente he trabajado en alguna ocasión y por esto, conozco  como trabajan, y me merecen “un poco” más de crédito que la televisión convencional.

A pesar de que está presente como una música de fondo, cuando algo me interesa, reclino mi sillón y poniendo los pies sobre la mesa de mi despacho, cojo el mando a distancia, doy voz a la tele y veo el reportaje.

Cierto día veo con previa antelación que iba a comenzar una serie que parecía interesante: “Los Súper Agentes Paranormales”. Según se presentaba, se trataba de dos súper especialistas de de los efectos especiales y que además eran algo así como “parapsicólogos”. Su objetivo en la serie era la de desenmascarar fraudes paranormales, mitos y leyendas que hubieran saltado a la luz pública y que en cierto modo hubieran sembrado cierta polémica ante la creencia y el escepticismo. Iba  a ser curioso y desde luego no iba a perdérmelo.

El primer episodio que ví, trataba de un famoso ovni que se había filmado desde un edificio en los Estados Unidos (como siempre ) y cuya filmación original parecía haber sido categóricamente aceptada en el mundo de la ufología como auténtica.

La intención de estos dos súper agentes, era la de intentar emular o imitar el fenómeno para ver si los especialistas y testigos, reconocían que podría haberse manipulado de alguna manera para hacer creer a la sociedad que podría ser un fraude.

Para ello contaron con la presencia en el programa de Jaime Mausan, un reconocido ufólogo y periodista mexicano dedicado al mundo de los misterios y lo inexplicado.

Según las declaraciones de Mausan, una de las cosas que había llamado la atención de los ufólogos era que el supuesto ovni, se desplazaba realizando movimientos circulares y constantes pasando por detrás de unos edificios y por ello se había tomado como verdadera.

Tras montar una especie de “chiringuito hollywoodiense” a lo pobre y bastante cutre, los súper agentes realizaron una maqueta del ovni con dos platos de plástico de esos de camping (según parece) y le pusieron un hilo de seda atado en la parte superior. Después, colocando una cámara y una fotografía de los edificios por los que el verdadero ovni pasó, desplazaron con una caña y el hilo de seda los “platos voladores” dando vueltas por detrás de los edificios fotografiados, así se crearía el efecto 3D y el ovni podría ser verificado por Mausan y los testigos.

Durante todo ese supuesto experimento, por llamarlo de alguna manera, los súper agentes no daban pie con bola, y lo único que despertaban eran las risas de los presentes pareciendo más dos súper payasos que lo que la publicidad del programa intentaba de forma más seria transmitir en su promoción.

Al final, el viento voló su ovni de juguete y el rodaje se fue al traste. Aun así, “demostraron” que podían recrear con una similitud de un 10% la filmación original cosa que arrancó a Mausan una sonrisa sarcástica más que un convencimiento absoluto, que supuestamente era de lo que se trataba.

Después del caso del ovni, se intentó imitar una filmación de un supuesto fantasma que cruzaba al paso de dos “cazafantasmas americanos” (tal como ellos presentaban), en un edificio del que corría la leyenda de que estaba encantado. Lamentablemente para ellos el edificio en cuestión ya no existía, lo habían derribado pero en su lugar había otro del que también se decía que estaba maldito y allí se presentaron.

En su empeño de conseguir emular al fantasma, “embadurnaron” a una pobre chica de látex y pintura mal dispuesta, para hacer creer a los televidentes que conocían algo de los efectos especiales, al fin y al cabo tenían que demostrar que sabían hacer algo más que  imitar fantasmas y cazar ovnis falsos creados por ellos mismos.

Pobre, extremadamente pobre, cutre y chapucero. Cualquier aprendiz de los verdaderos efectos especiales hubiera podido imitar con mucho más realismo y en tan solo cinco minutos, lo que ellos no pudieron conseguir en varios días de rodaje. El programa tan solo  transmitió lo mal que lo hacen estos dos “súper payasos” paranormales que a pesar de no haber convencido a nadie en su empeño, se atrevían a decir como conclusión victoriosa a sus testigos: “A partir de ahora, seguro que ya no creéis más en fantasmas, ¡eh!..:”

Pues sí, en varios programas de esta misma serie, los dos muchachos seguían haciendo de las suyas y tan solo se limitaban a intentar copiar lo que los casos originales exponían, y desde luego sin conseguirlo, sumando a esto una gran desconocimiento de los fenómenos paranormales y ufológicos y lo que es más grave, mostrándonos su escasez de conocimientos en lo relativo a los efectos especiales. Ya sabemos a que se dedicaban en Hollywood durante el rodaje de las películas: a llevar las cajas de un lado a otro, porque creo que no servirían para otra cosa.

Lo malo de todo esto es la conclusión: es lamentable que un canal como Discovery Channel otorgue la credibilidad necesaria a estos dos Súper Payasos, que más que enseñar a la audiencia, confundan y hagan reir… por no llorar.

En esta vida, casi todo puede ser emulado, desde una explosión atómica, hasta el atravesar la muralla china o hacer desaparecer a la Estatua de la Libertad y sino díganselo a David Cooperfield que él, si que sabe hacerlo bien. Y los fenómenos extraños que ocurren en la realidad, pueden ser investigados, emulados y copiados con el fin de desenmascarar posibles fraudes, pero para ello se necesitan conocimientos de la materia que se trate.

Por eso, visto lo visto, esperaré a que comience un nuevo episodio de “Tom y Jerry” porque al menos sabré que son dibujos animados y no me “venderán” lo que no és.